domingo, 9 de agosto de 2015

Hay muchas noches. Unas son malas, otras también, y otras son solo noches en las que ni fú, ni fá. Si estoy escribiendo esto es porque esta es una de las malas noches en las que me apetece contar que estoy mal. Nunca he escrito por dar pena, así que si tu impresión es esa, no sigas leyendo, o lee la primera entrada de mi blog.
No estoy bien.
Lo sé.
Y creo que sé lo que me pasa, pero no estoy seguro.
Hoy me han dicho que soy una persona cíclica y creo que es la definición más precisa de mi ser.
Estoy teniendo los mismos problemas que en primero de bachillerato. Y que en segundo...
Problemas de los cuales soy consciente y de los que, por favor, si tengo esta conversación contigo, me gustaría evitar mencionar…
Sé que son problemas, pero hay más, no solo los que ves desde fuera.
Mi cabeza está hecha un lío.
Mi cuerpo está hecho un lío…
Solo escucho gritos y todo va a una velocidad que mi ánimo no puede seguir.
Y me sorprendo tartamudeando, teniendo lapsus al hablar, no siendo capaz de mirarte a los ojos por si descubres lo que escondo en mi interior.
Como dice la expresión: “I need to get my shit together”.
Y ahora que llevo la mitad de una entrada normal, y ahora que Chabela Vargas se muere de frío, ahora, me doy cuenta de que no voy a decir más que “estoy mal”.
No estoy pidiendo ayuda.
Ya tuve ayuda 8 o 9 meses.
I need, I – need, to get my shit together.
Lo voy a hacer solo.
Se acabó lo de asustar a gente que me quiere cada vez que se me acumule la mierda.
Lo voy a hacer solo.
Solo.

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