miércoles, 12 de agosto de 2015

Han sido muchos meses de olvido, 
y, descuidado yo,
casi olvido por completo los nervios,
las ganas de acercarme cuando no me ve,
y… 
Abrazarle por la espalda...
Tirarle agua cuando se despista…
Los nervios de no conocer casi ninguna de las canciones que me enseña.
Los esfuerzos por hacerle reír.
No sé qué estoy haciendo, 
porque esto, realmente, es de locos…
Pero creo merecerle, ahora, que es de noche.
Me falta el valor que le sobra a mis noches
para decirle que esta noche me merezco a alguien así en mi vida.
Puede que alguna noche sí te quedes, quién sabe, si juego mis cartas bien.
Esto es una locura…
Con gente como tú es muy fácil olvidarse de lo preciso y recordar lo bueno.
Gracias por devolver mis nervios a donde pertenecían.
Y gracias por escucharme.
-“¿Te vas a rendir ya?”
+¡No, esto acaba de empezar! 

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